Sunday, November 16, 2008

La pregunta

Recuerdo el cuento perfectamente. Siempre ha estado ahí, desde el día que mi madre me lo contó por primera vez, pacientemente esperando en algún rincón de mi cabeza, para el día de hoy…


Dicen que justo en el momento de la concepción, antes de que a nuestra alma se le asigne un nuevo recipiente, esta tiene una entrevista con un ser superior. Este le plantea al alma una pregunta que nadie conoce, pues ese episodio pertenece sólo a la memoria del alma y nunca llega a grabarse en la memoria del cuerpo. Incluso hay quien afirma que dicha pregunta no puede formularse en ningún lenguaje humano.


Lo que si se les ha sido revelado a algunos chamanes, es que ante dicha pregunta se le ofrecen al alma una gran lista de posibles respuestas, todas ellas incorrectas. De eso es consciente el alma en ese momento crucial, como también lo es del hecho que la respuesta la marcará para toda su existencia en la tierra, pues en función de ello se la destina a una u otra parte.


Nadie sabe que liga la decisión del alma con el sitio al que es destinada, pero cuentan los sabios, que algunas almas, las de una cierta antigüedad, aunque no las más viejas, se niegan a escoger ninguna de las opciones que se les ofrecen. Estas han experimentado ya muchas de las opciones y saben que todas tienen puntos en contra. Ante eso, el ser que se encarga de acompañar a las almas hasta sus futuros cuerpos en la tierra, simplemente las deja al azar en cualquier sitio en el mundo.


Las personas que nacen de ese modo pasan toda su vida en la tierra provistos de una gran lista de preguntas incorrectas, sin ninguna respuesta, para siempre incomprendidas, para siempre desubicadas, hasta que, de algún modo, dentro de su alma, vuelven hacia atrás para responden a la pregunta, tarde pero a tiempo…


Ahora os preguntareis: ¿Qué tipo de alma tengo yo?...¿Pregunta equivocada?...