Saturday, September 3, 2011

Dos besos


Es de madrugada, Tomas y Raquel están de pie, uno cerca del otro, delante de la parada de metro de Diagonal. Como en tantas otras ocasiones, al intuir el momento  de la despedida, los pensamientos de Tomas se sobresaltan, corren apresuradamente en todas direcciones consiguiendo únicamente tropezar entre sí. Raquel para de hablar, hace una pausa que ambos sienten eterna, finalmente levanta los talones del suelo.

Dos besos. El primer beso sucede a escasos milímetros de la boca de Tomas, el segundo no.

Adéu



Amb la mirada puc seguir un cotxe blanc que s’està aturant a la vorera de l’altra banda del carrer. Un home amb camisa a qui no puc veure la cara condueix, una dona somriu al seient del copilot. Ella se li apropa i es donen un petó just instants després de que el cotxe s’hagi aturat. Ella agafa alguna cosa del seient del darrera i surt del cotxe, encara duu el somriure quan creua la filera de cotxes i la vorera, treu unes claus del seu bolso.

Amb la mirada ja no puc seguir alhora un cotxe blanc que s’allunya d’on sóc i a una dona que entra en un bloc de pisos de l’altra banda del carrer.


Saturday, July 30, 2011

Un món d'encís...


Tengo la suerte de tener amigos con la suerte de tener una casita en la isla de Formentera. Entre idas y venidas en bicicleta, a más o menos decentes horas, estas vacaciones tuve tiempo de escalar un poco sobre agua (tcc psicobloc). Está claro que no es el lugar por excelencia para practicar este deporte, menos teniendo en cuenta la proximidad a Menorca o la archicitada Mallorca. En cualquier caso, es un paraje idílico, poco concurrido en el aspecto deportivo, con pequeños tesoros, que sin pretensión alguna, son auté
nticos parques de juegos naturales. Eso sí, siempre con el permiso del señor estado de la mar y las señoras medusas.


Os hablo en concreto de la zona de ses piscines, cerca de l’estany del peix, accesible des del aparcamiento de Can Marroig. La zona ofrece innumerables puntos de salto de entre 8 y 10 metros (hay saltos mayores hacia el extremo más norte de Punta Pedrera) con más que suficiente calado, algunos tuneles subacuáticos de unos pocos metros, muy divertidos y como no, un par de vías de psicobloc, una zona de escalada transversal (Boulder) y un puente de piedra, que no tuve tiempo de probar, pero que parece muy prometedor (algún local me comentó haber visto a escaladores en ese puente). La roca, arenisca, como en la mayor parte de la isla, no es muy resistente y suele ser cortante cerca del agua. Lo cierto es que es difícil encontrar vías aptas para escalar, por eso me enorgullezco de presentaros estos dos pequeños descubrimientos: La Flipagüiris (5) y la Sorra (5+). Es muy probable que yo no sea el primero en descubrirlas, pero mientras nadie proteste, así se llamaran.

Advertencia:

Como he dicho, la piedra no es de buena calidad, algunas partes se rompen con facilidad si depositamos en ella todo nuestro peso. Estando el agua siempre debajo, eso no conlleva un riesgo enorme, pero siempre va bien ser prudente… Os lo digo porque lo comprobé en mis propias carnes, y prefiero no entrar en más detalles.

Flipagüiris:

Situada muy cerca de la plataforma de la “piscina”, en la pared sud. Es

generosa en cuanto a canto, pues tiene innumerables agujeros i regletas. Al ser facilona como via, es una buena iniciación al mundo de la escalada sin cuerda. La salida es un poco incomoda, pero vale la pena. Por estar situada delante de la plataforma, es fácil que otros bañistas puedan observar-nos, habrá a quien eso le disguste o le agrade, a mi, en particular, me encanto ser coreado por cierto grupito de italianas.

Sorra:

Es ligeramente más complicada que la Flipagüiris, tiene un par de pressas invertidas muy divertidas, una presa fundamental (mano derecha en la foto) y una salida muy comoda. En la parte superior, la arenisca se deshace bastante fácilmente, algunas partes esenciales de la via creo que no van a durar muchos años.


Monday, June 20, 2011

Al lugar donde has sido feliz...

Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver... eso cantaba el sabio Sabina.
Y esa es sin duda la primera idea que en mi embarca, al plantarme delante del reto de interpretar un futuro que ya he vivido.

Y NO solo por la ley del sarcasmo, que sarcásticamente acierta casi siempre, también porque cuando los pasos que anduviste van por delante pierdes la ilusión de pisar.

Y SI, es un paraíso lo que veo, la tierra que siempre me prometo que algún día pisaré.

Y conozco demasiado bien las perdiciones que esta alberga, así como los atajos para evitarlas.

Y recuerdo, recuerdo muy claramente que no siempre salí ileso.

Y que probablemente gira en mi cabeza como lo hacen todas esas obsesiones pasajeras, que vuelta a vuelta cantan un adiós cada vez menos audible.

Y sigo observándola, pese a que no hay ninguna razón para seguir haciéndolo, pues ya está todo claro y no debo añadir nada más.

Y queriendo casi evitarlo, de alguna otra forma, parece que estoy dentro otra vez. Aunque, atemorizado y dubitativo, pienso que: quizás, nunca salí…