En ocasiones sueño con rostros incompletos, caras y cuerpos deformes a los que les faltan porciones de extremidades, órganos o incluso la cabeza. Luchan entre ellos por arrebatarse el rojo líquido elemento, carne, huesos, órganos… En esta orgia de infinita crueldad, los más cercanos son los peores enemigos. Algunos pocos campeones de la monstruosidad aglutinan partes que han arrancado a sus innumerables víctimas: cuerpos enormes con cuatro cabezas, quince brazos…rodeados por infra cuerpos absolutamente mutilados, que a duras penas sobreviven.
En mi sueño me veo dentro de ese dantesco paisaje, he sido devorado y he devorado. Te veo a ti, inmaculada, preciosa, sin herida alguna, caminas entre nuestros desechos cuerpos como si de un campo de flores se tratara. Quiero atacarte, destrozarte, imprimir en tu cuerpo el sufrimiento que ha recibido el mío, pero tú no te asustas, no entiendes porque te miro de ese modo, porque ando hacia ti tan deprisa, porque aúllo, porque me precipito sobre ti con las fauces abiertas…Por respuesta abres los brazos de par en par a modo de tierno abrazo, no entiendes! No entiendes!...No lo entiendes y ciertamente no te hace falta, pues en vano son mis esfuerzos para lastimarte...
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