Thursday, November 15, 2007

Instinto

Un pájaro:
Recoge ramitas a los pies del árbol que sustenta el nido que está construyendo. Espera que una hembra de su especie se interese por él, en realidad le da igual cual sea, simplemente de entre todas los especímenes del sexo opuesto, de ahora en adelante, una será la más importante para él. El pajarillo solo piensa en construir el nido más bonito…En general decimos que lo hace por instinto…

Un perro:
Mueve la cola, ha oído a su amo remover los trastos donde esconde la comida. Casi seguro, comerá aquello que su amo le dé. No aquello que cazaban sus ancestros, aquellos eran por completo carnívoros, aquellos poseían instintos…

***

“Debemos intentar capturar la belleza de lo que nos rodea sin esperar nada de ella. Observar una cara bella sin intentar poseerla. Estar alegre por la simple contemplación de la belleza.”
R.P

Todo eso…a veces me parece que no es más que una obsesión, una desproporcional necesidad de obedecer el único instinto en que estamos por delante del resto de los animales, el instinto de ir contra el resto de nuestros instintos. Y como el resto de nuestros instintos, cada cual lo siente en proporciones distintas, del mismo modo en que hay gente con más o menor apetito sexual, hay gente con mayor o menor necesidad de obviar ese apetito…

En una sala de baile:“Todas ellas, con tacones de palmo, vestidas con el mismo patrón, mueven su trasero imitando movimientos propios del acto sexual, como enviándoles a ellos mensaje de que están dispuestas…sin embargo, no es el celo lo que las impulsa sino la fuerza de una multitud al ritmo de una música estúpidamente repetitiva…”
M.B

La multitud y algo más…la sociedad. La sociedad existe sólo si hay interacción entre los individuos. Si no nos entendiéramos, si no nos viéramos, si no pudiésemos escucharnos ni tocarnos, podríamos ser una gran multitud pero no una sociedad. La capacidad de interacción es innata en los seres humanos. En general, también a otros niveles, la interacción es inherente a todos los seres vivos, por ejemplo, podemos comernos y vivir los unos de los otros, porque a cierto nivel compartimos las mismas unidades básicas: los mismos aminoácidos. De un modo equivalente, en nuestra cabeza ya existen desde el primer momento capacidades potenciales para entender a los demás, para relacionarnos, para querer, para odiar, para mitificar, para engañar y en definitiva todas esas capacidades sin las cuales una sociedad como la nuestra sería impensable.

Por lo tanto, cuando decimos que la sociedad nos influye, que genera conductas artificiales, que nos obliga a trabajar 8 horas diarias, a vestir de un determinado modo según la situación geográfica, a darle importancia a bienes materiales que en realidad no lo tiene para nuestras necesidades básicas, cuando culpamos a la sociedad de nuestros males, estamos obviando el hecho que el hecho de haber sido capaces de asimilar esas conductas y por tanto esas conductas en sí, son tan intrínsecas como cualquier otro instinto.

Ser humano y sociedad son palabras distintas para un mismo concepto. No son en realidad dos ideas distintas, no son dos realidades separadas, son simplemente lo mismo. Quizás algún día todos lo aceptemos, quizás algún día nos demos todos cuenta de que no hay nada ni nadie a quien señalar, quizás algún día tengamos el valor de señalarnos a nosotros mismos.

Sé que algún día no entenderé esto que escribo, se que algún día las ideas dejaran de ordenarse en mi cabeza. Y ese día llegará porque estas ideas no son mías, las han tenido ya otros y muchos otros las tendrán en el futuro, pues no somos más que recipientes…

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