Saturday, November 17, 2007

El templo


Lo primero que perdimos fue algo que no se ve. Obviamente en este hecho precursor no interviene arte alguna, del mismo modo en que tampoco interviene en la inspiración…

Sin embargo, una vez perdida esa piedra minúscula en la que descansaba el peso de los sueños que construimos, ya no hay marcha atrás. Entonces empieza el proceso:

No es de extrañar que el punto donde confluyen cuerpo y alma, la más grande y completa de nuestras construcciones sea la primera víctima. La hacemos desaparecer despacio, poco a poco la cama se convierte en tan solo un sitio donde coinciden nuestros cuerpos…

Hay construcciones no tan emblemáticas, más abundantes en número pero no por ello menos significativas ni menos especiales cada una de ellas. Los besos son el próximo objeto a olvidar. Aunque se resisten inicialmente, acaban por reducirse a roces, y al final vuelven a su niñez en forma de sonrisas.

Finalmente, retiramos también las baldosas que conformaron el suelo que pisamos, finalmente también las caricias se desvanecen…

Allí donde se irguió un templo, hoy hay un árido solar al que asistimos de vez en cuando. Hemos recogido ya las ruinas y llorado ambos nuestros pesares.

El tiempo y la lluvia fertilizarán nuestro trocito de tierra y seguro que algún día podremos construir otro tipo de edificación, menos ostentosas, quizás un pequeño jardín en el que crecerán plantas y flores de todo tipo, alimentándose de la tierra sustentó una vez aquello que fuimos.

No comments: