El lugar

Cada día es una nube que pasa sobre la que intento darme impulso, pasan y pasan las nubes sin que consiga moverme de sitio…

¿Será cierto que en realidad no quiero dejar el lugar? ¿Será cierto que ya no me quedan fuerzas ni esperanzas para dar otra vez la vuelta? ¿Es que ya conozco de
masiado bien el camino? ¿Porque debería querer marcharme de allí donde quiero llegar?

Y aunque no me muevo, me alejo de donde quiero llegar, me alejo sin cesar, y no soy lo suficientemente hábil para ir en ninguna de las dos direcciones, ni huir de el puedo ni volver a el debo.